Primero debemos entender que el enfado es una emoción normal, pero que
nos puede terminar enfermando de acuerdo a como actuemos frente a éste.
Veamos los cuatro tipos básicos de salida que tenemos frente a este sentimiento:
Personalidad
pasiva: Es la persona que no se enfada nunca, reprime absolutamente todo
el enfado, porque cree que enfadarse está mal, y eso le da culpa. Pero
esa falta de reacción puede transformarse en depresión, que es la bronca
transformada en tristeza.
El pasivo-agresivo: Son las personas que
no se enfadan, tragan las broncas. Por lo general tienen una postura
corporal muy rígida, hablan lento, pero sus palabras pueden destruir.
Son pasivos porque reprimen el enfado, pero son agresivos porque lo van
sacando con palabras cortantes, sarcasmo, ira, etc.
El agresivo: Es
la persona que exterioriza su bronca: rompe, grita, insulta, maltrata,
etc. Porque no puede manejar el enfado y lo libera.
El asertivo: Es la
persona que logra poner en palabras el enojo, es decir, transformar una
emoción normal en crecimiento para resolver el obstáculo que aparece.
No siempre es fácil, pero necesitamos enseñarle a nuestros hijos y a las
nuevas generaciones cómo poder poner el enfado en palabras.
¿Qué podemos hacer
cuando nos enfadamos?
Gastar
el enfado: El ejercicio corporal físico es muy importante, por ejemplo:
caminar, nadar, trotar, correr, etc., ya que a veces nos queda
embotellado en el cuerpo. Por eso tenemos que sacar toda la adrenalina y
la descarga física es muy buena.
Hablar: Ponerlo en palabras pero
cuando no estamos enfadados, esperar un poco y siempre empezar diciendo:
”Yo”, “A mí”, por ejemplo: “a mí me molesta esto” o “Yo quisiera que”…
Hacerlo sin sarcasmos, sin ironía, sin agresión, sin gritos.
Contar:
Empezar hasta 10, si vemos que el enfado no disminuye agregamos unos 100
más, y así… Esperar es fundamental, porque la adrenalina busca descarga
y cuando uno tiene más adrenalina no piensa con claridad, lo que busca
es descargarse.
¿Alguna vez te ha pasado que dejaste pasar un día o
dos y ya al problema lo viste de otra forma?... Porque uno comienza a
funcionar con el hemisferio derecho, que es el hemisferio de la
creatividad, de la relajación, que es el de las ideas creativas,
entonces las cosas las vemos de otra forma.
Cuando el enojo dura
mucho tiempo, intensamente y se dispara por cualquier motivo, entonces
tenemos que tener cuidado, porque el enfado en cantidades excesivas
enferma, y en general de enfermedades muy graves.
Otra técnica es lo
que llamamos el “tiempo afuera”, salir de la situación, dar una vuelta,
caminar, salir de la habitación en donde nos encontramos, salir de la
casa, o sea, tomar un poco de distancia, porque el enfado está bueno
expresarlo, está bueno poner límites, pero no tenemos que dejar que se
nos acumule.
El enfado es una emoción positiva, de protección, pero
que tenemos que saber dirigir esa energía para resolver el problema y
no para atacar a la persona que tenemos delante nuestro.
Por eso
tenemos que trabajar en nuestra estima y siempre usar el enfado como una
energía para resolver el problema y no para agredir a nadie, ya que
después porque podemos arrepentirnos de nuestros actos.
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